El colapso de la función de onda en física cuántica no es un fenómeno físico sino filosófico.
Que la filosofía tenga un
concepto para algo no quita que la física pueda tenerlo también, y que cada
disciplina lo describa con sus propias herramientas e interpretaciones (por
ejemplo, los agujeros negros eran ideas teóricas hasta que se demostró su
existencia). Solo con esta idea, estaría en contra del enunciado. Pero supongo
que la cuestión se refiere a si el colapso de la función de onda es algo real,
material; si tiene cabida la interpretación realista de la física cuántica o
no.
Fuente: Ciencia, Filosofía y Sociedad.
La Wi-Fi impide conciliar el sueño, ¿cuándo es correcto?
Los estudios sobre la influencia de las ondas wifi en los humanos demuestran una y otra vez que estas no son capaces de influir en nuestro cuerpo (ni mente, aunque haya gente que afirme padecer hipersensibilidad electromagnética), no es ionizante. Es más, las ondas de radio o el mando de la televisión emiten una radiación más alta, y todavía así se encuentran muy, muy, por debajo del límite legal.
Tenemos que pensar pues que lo que hace correcta la frase no es el propio wifi, sino algo derivado de él. Se podría argumentar que tener este acceso a internet nos hace estar pendientes del móvil, tablet o portátil entre otros, hasta que nos dormimos. Esto sí se ha demostrado que interfiere con el sueño debido a la luz azul (cualquier luz lo haría, pero la azul más), ya que altera los ciclos de la hormona melatonina, encargada del control del sueño.
Otra causa más enrevesada: que nos preocupen estas ondas wifi
porque todavía no sepamos que no pueden afectarnos, por lo que, desde un plano
psicológico, nos fastidien el sueño. Y, en tono de humor, el wifi permite que
sigamos recibiendo notificaciones en el móvil a cualquier hora -lo que sería un
problema si no lo hemos puesto en silencio.
Todos los cristales
tienen una estructura atómica o molecular periódica, que presenta un orden
tanto a corto como a largo alcance. Por ello los cristales presentan un patrón
de difracción de rayos X definido, que sería imposible sin esa estructura
periódica. ¿Por qué es falso?
La primera frase, “todos
los cristales… a largo alcance”, ya es falsa. En 1982 Shechtman descubrió los
cuasicristales, clasificados también posteriormente como cristales por la Unión
Internacional Cristalográfica aunque estos tuviesen una estructura aperiódica
(que no se puede formar repitiendo celdas de unidad).
Patrón de difracción de un cuasicristal. Fuente: Wikipedia. |
La segunda, “Por
ello… estructura periódica”, también lo es. Cuando se aceptaron los cuasicristales
como cristales, la definición de este último cambió. Desde entonces, un cristal
no necesita mostrar simetría, tener una estructura periódica, para tener un
patrón de difracción válido. Un cristal es cualquier sólido que posea un
diagrama de difracción esencialmente discreto. Es decir, hay cristales
periódicos pero también aperiódicos, o cuasiperiódicos. Mientras que, según las
antiguas demostraciones matemáticas, los cristales solo podían seguir simetrías
rotacionales de 2, 3, 4 y 6 pliegues, los cuasicristales pueden seguir de 5.
No hay comentarios:
Publicar un comentario