Envases activos e inteligentes

Envases activos: aquellos que utilizan una combinación de gases o de sustancias para interaccionar con el producto interior para alargar su vida útil.

Puede ser algo como la típica “atmósfera protectora” donde muchos productos están envasados. La atmósfera protectora es una combinación de gases distinta a la del aire, la cual puede variar dependiendo del producto. En este caso, el de las patatas fritas, se le añade nitrógeno para que no se oxide debido al oxígeno y para que las grasas no se enrancien.

Envases inteligentes: Pretenden dar información sobre cómo está o qué procesos han ocurrido al producto de su interior a través de una reacción entre el alimento y el envase. El envase por tanto debe contar con algún tipo de sensor que interprete parámetros como la temperatura, la presencia de microorganismos o alérgenos, por ejemplo. 

No he sido capaz de encontrar nada parecido. Quizás porque en estos tiempos de confinamiento, los productos de los catálogos online de los supermercados a veces solo cuentan con una foto y no es fácil sacar toda la información de ahí, aunque tampoco sabía que existían antes de descubrirlos. Buscanado pistas  por internet, he visto etiquetas que cambian de color cuando las frutas están maduras en función de los gases que liberan, o etiquetas que, también al cambiar el color, te avisan de si se ha roto la cadena del frío en el transporte de algún producto congelado. La verdad que todo esto me era desconocido, y lo único parecido con lo que podría relacionarlo es con los mugs que cambian de color cuando el líquido que les echas está caliente. No es que sea muy inteligente,  sobre todo porque si le echo algo caliente, yo ya sé que está caliente, y tampoco es exactamente un envase, pero no creo que vaya desencaminado.