miércoles, 22 de abril de 2020

Liderazgo político, red social Twitter y encuestas de opinión: una evaluación comparada.





“My body is a battleground” decía Barbara Kruger en su famosa imagen; ahora nuestro perfil en redes sociales también lo es. Hasta hace nada las investigaciones sobre la intención política en las personas se realizaban mediante encuestas individuales, pero las RRSS (en el ensayo se hace referencia a Twitter) nos permiten datos más actualizados y menos parciales. 

Tradicionalmente la encuesta ha sido la herramienta sociológica oficial para evaluar la opinión pública, pero no permite analizar la evolución de las personas respecto del paso del tiempo, además que solo permiten respuestas estancas respecto al prestigio de los líderes políticos o las ideas con las que la persona entrevistada se identifica.

Mediante el análisis de redes sociales (ARS) podemos perfeccionar estos datos, entendiendo que las personas, sus perfiles, son los nodos de la red y los vínculos son las relaciones entre ellas. La base del ARS es que la opinión pública es relacional, por lo que este tipo de análisis será especialmente útil para una comprensión más profunda. El ARS no solo analiza las RRSS sino que prevé sus desarrollos y sus posibles patrones de comportamiento. 

La utilización de los datos recopilados de RRSS para el perfilamiento de campañas políticas está a la orden del día. No solo se trata de que los candidatos aprovechen las nuevas tecnologías y se/les abran un perfil en Twitter para publicitarse, sino que los datos recopilados (miles de cada usuario) sirven para analizar los posibles votantes, qué les falta para convencer a los indecisos o con qué no están de acuerdo quienes se oponen; lo que es llevado a cabo por grandes corporaciones privadas e internacionalizadas. 

Según se describe, los fenómenos sociales de liderazgo de pueden estudiar de dos formas:

La primera consiste en la topología de las redes, analizando las conexiones que se crean desde los nodos, correspondientes en este caso a los líderes políticos, con el resto de usuarios. De esta manera se estudian tano las conexiones existentes (mensajes, densidad, extensión…) como las conexiones potenciales: individuos que comparten un nodo (un líder político) tienen más probabilidad de llevar a cabo acciones conjuntas, más poder de acción política conjunta. 

La segunda consiste en el paso de la encuesta al big data. Las RRSS proporcionan infinidad de datos potencialmente usables para el análisis de las tendencias electorales. En Twitter en concreto se realizan mapas de tuits, que permiten analizar el interés o la popularidad de un tema específico. Esto se realiza prestando atención a la localizacioon, el momento de creación de los nodos, las menciones y el número de perfiles que se siguen y los seguidores. Así se analizan no solo nodos que representan personas concretas sino entidades, instituciones o medios de comunicación entre otros; líderes de opinión dinámicos.

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