Al preguntar a mis círculos sobre el conflicto entre ciencia y religión, sobre si podían acordarse de conflictos históricos que lo representasen, todos me han dado la misma respuesta: Galileo.
Lo que ellos recordaban, más o menos, consistía en lo siguiente: Galileo Galilei era un científico (varias personas lo describieron como inventor) defensor del heliocentrismo. Esto provocó que la Iglesia, en concreto la Inquisición, le persiguiera y lo llevara a juicio. Hasta aquí había confluencia, luego las opiniones se dividían entre si le encarcelaron o le condenaron a muerte, pero la mítica frase eppur si muove era recordada por prácticamente todos mis entrevistados.
Galileo ante el Santo Oficio, por Joseph-Nicolas Robert-Fleury |
Antes de pasar a analizar qué entendían por ciencia y qué por religión, creo conveniente hacer una pequeña aclaración sobre esta historia. Lo primero de todo, no es seguro que Galileo dijera su famosa frase, o al menos que la dijera en ese momento concreto. Si ha quedado para la posteridad es (en parte) debido a lo que nos gusta que represente: que, aunque no se quiera aceptar la veracidad de algunos hechos o de algunas ideas, estas seguirán siendo verdaderas. Por otro lado, Galileo no se posicionaba en contra de “la religión”: el astrónomo era cristiano (como de hecho lo era Copérnico). Las ideas heliocéntricas no es que fueran en contra de lo aceptado por la Iglesia, es que iban en contra de más de mil años de cultura científica.
Después de este pequeño paréntesis, ¿qué se deduce que son la ciencia y la religión desde la anécdota sobre Galileo que mis contactos recordaban? Dos concepciones del mundo opuestas e inconexas. La religión no es aquí trascendencia, espiritualidad ni ética (cristiana); sino otra manera de interpretar la materialidad del mundo, como también lo es la ciencia. Ambas pues se interpretan como un conjunto de conocimientos y de creencias. La "religión", sin entrar a clarificar qué es exactamente, ya que es una cuestión muy compleja y llena de matices; es en realidad la Inquisición, institución que a día de hoy parece bastante cuestionable por otras instituciones religiosas contemporáneas.
Parece que, si queremos hablar de la relación histórica entre ciencia y religión, primero deberíamos ser capaces de restringir ambos conceptos, ya que, después de revisar este episodio de Galileo, lo que le llevó a ser condenado no fue La Religión, sino uno de sus apéndices; mientras que otros (la creencia en un ser superior, por ejemplo) sí que eran compartidos por nuestro astrónomo.
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