lunes, 16 de marzo de 2020

Alimentos biofuncionales

Los alimentos biofuncionales pueden clasificarse de diversas formas, pero aquí los dividiré en cinco grupos según cómo se han elaborado, añadiendo dos ejemplos de alimentos encontrados en el supermercado para ilustrar cada uno. 

El primer grupo consiste en los alimentos a los que se les ha eliminado un componente con efecto perjudicial, tanto para la población en general como a un determinado grupo. Por ello he seleccionado una pechuga sin grasa y un queso sin lactosa. La pechuga sin grasa porque muchos dietistas tiran de ella, de pollo o de pavo, como un esencial en las dietas enfocadas a bajar de peso, aunque también mucha gente la toma simplemente como una opción alternativa a la pechuga de pollo solo que menos calórica. En su página web, dicen que “Los productos El Pozo BienStar son elaborados cárnicos optimizados nutricionalmente que cuentan con una composición mejorada, porque aportan, principalmente, un menor contenido de grasas, grasas saturadas y sal”. El segundo, por las personas intolerantes a la lactosa que, aunque también existen quesos que de manera natural no la contienen, prefieren optar por consumir estos. 



Otro grupo consiste en los alimentos a los que se aumenta la concentración de un componente que ya estaba presente en ellos. El primer ejemplo es esta margarina que de por sí ya cuenta con las vitaminas A, D y E pero a la que también se le han añadido.


  Para este segundo ejemplo hice un poco de trampa, ya que lo encontré en otro supermercado, pero me llamó la atención así que lo incluí también. Es una limonada (aunque de zumo de lima y limón tenía un 11%) a la que le han añadido fosfato de potasio y citrato de socio. Según su página web, “es una bebida isotónica que mejora la absorción de agua durante el ejercicio físico, y contribuye a mantener el nivel de resistencia en ejercicios que requieren una resistencia prolongada”. 

El tercer grupo consiste en los alimentos a los que se ha añadido un nutriente que no tenían originariamente. Aquí, el primero de los ejemplos lo dejo para el último grupo, ya que puede incluirse en ambos. El segundo es la leche Puleva Omega 3 con nueces cuenta tanto para este, como para el cuarto grupo: el de los alimentos a los que se les ha sustituido un componente perjudicial por otro que contiene efectos neutros o positivos. Su página web nos dice que “Puleva Omega 3 con nueces es un producto lácteo elaborado a partir de leche desnatada a la cual se ha incorporado ácido oleico procedente del aceite de oliva, ácidos grasos Omega-3 (EPA y DHA), vitamina E, ácido fólico y nueces. Ayuda a mantener un corazón sano y a regular el colesterol, gracias a que en su composición se ha sustituido la grasa saturada por grasa monoinsaturada y poliinsaturada, como el ácido oleico y los ácidos grasos omega-3”.


El siguiente alimento para este grupo es, a mi parecer, un poco dudoso. Es una mayonesa que ayuda a reducir el colesterol. La incluyo en este ejemplo porque han sustituido el huevo por solo aceite, supongo que por considerar que los huevos producen colesterol. En cualquier caso, como vegana, creo que otras veganesas no podían catalogarse como mayonesas justo por esto, por lo que no sé por qué esta sí. En cualquier caso, la marca Prima no tiene en su página web referencias sobre este producto a las que poder consultar.
 

  


El último grupo consiste en los alimentos a los que se les ha alterado la biodisponibilidad de alguno de sus nutrientes para, o generar efectos beneficiosos, o dificultar los efectos de los componentes perjudiciales. Primero, Vitacol, que se puede incluir en el grupo de los que tienen un añadido porque tiene esteroles vegetales, que, después de investigar, he descubierto que son un tipo de esteroides que efectivamente ayudan a reducir el colesterol LDL. Otro ejemplo, muy parecido, es el Danacol. Lo bueno de este es que en su página web incluyen información sobre cómo ayuda a bajar el colesterol con estudios que lo apoyan y sobre qué son los esteroles.
  

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