- Productos dietéticos
y de régimen: Pan sin sal, por las persosnas que deben llevar dietas bajas en
sodio, y leche sin lactosa, especial para quienes alejan los lácteos de su
dieta.
- Productos sucedáneos: Gambas
veganas. Así se les llama coloquialmente aunque estén etiquetadas como delicias
vegetales con sabor a gamba. También, los
palitos de cangrejo, que están hechos muchas de las veces con panga.
- Alimentos fundamentales: Arroz
y lentejas, un cereal y una legumbre, dos tipos de alimentos que deben estar en
la base de cualquier dieta.
- Alimentos perecederos: Frutas y
verduras, ya que sin la correcta refrigeración estas se pueden echar a perder
rápidamente.
- Alimento impropio: Balut, un
huevo de pato con el embrión dentro, el cual ha sido retirado de varios establecimientos
de comida asiática por no cumplir con los requisitos de seguridad sanitaria; y
los saltamontes, que no forman parte de la dieta mediterránea pero se han intentado
vender alegando un alto valor en proteínas.
- Alimento adulterado: azafrán,
al que se le puede añadir cromado de plomo o tetraóxido de plomo; y miel, que
le pueden añadir distintos azúcares que no están naturalmente presentes en
ella.
- Alimento falsificado: En el
estado español ha sido noticia ya varias veces cuando esto ocurre con los vinos;
además de con algunos quesos -hasta hace poco anunciaban como publicidad en
televisión cómo reconocer las etiquetas y las DDO de ciertos quesos-.
- Alimento no contaminado: Alimentos
como tartas o quesos a los que les ha salido moho, que en la mayoría de las veces
(cuando es poco y solo aparece tras haberlo olvidado en la nevera unos pocos
días de más) es inocuo.
- Alimento nocivo: Cerveza y
patatas fritas, el primero por el alcohol (del que muchas veces se ha intentado
publicitar sus efectos beneficiosos para la salud), y el segundo por la
cantidad de aceite, grasa, que coge al ser freído.
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